Gimnasia para las venas
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Las personas que hacen ejercicio regularmente, no sólo aumentan su bienestar, sino que
también cuidan la salud de sus venas. A través de una actividad física dirigida y regular, se pueden mantener
las venas en forma y, por lo tanto, prevenir sus posibles enfermedades.
Las venas tienen una función primordial, bombean alrededor de 7.000 litros de sangre al corazón
para que allí pueda ser enriquecida con oxígeno. Cuando se padecen varices u otras
enfermedades de las venas, el transporte de la sangre al corazón se puede vera alterada.
La causa son unas paredes venosas laxas y válvulas venosas que no se cierran
adecuadamente.
Normalmente, las válvulas unidireccionales que se encuentran dentro de las venas
promueven la circulación de la sangre únicamente hacia el corazón. Si las venas se
dilatan, tienen un diámetro mayor que el que la válvula venosa puede abarcar. La
sangre puede fluir en sentido contrario a través de la válvula mal cerrada y
se acumula. Este "atasco de sangre" hace que las venas flácidas se engrosen aún
más, al no poder soportar la mayor presión.
Síntomas
Los síntomas de una enfermedad venosa debida a una obstrucción son pies hinchados,
pesadez en las piernas (especialmente al final del día), picor o cosquilleo. Por la noche,
algunas personas sufren calambres en las piernas. Las enfermedades de las venas pueden
conducir al desarrollo de venas varicosas (varices). Las venas se dilatan tanto
que se aprecian perfectamente en la superficie de la piel. Estas enfermedades pueden
resultar dolorosas y, en etapas avanzadas, conducir a cambios en la piel que deben ser
observados médicamente.
Factores de riesgo
A menudo, la causa de las enfermedades venosas es un débil tejido conectivo congénito. Pero hay otros factores de riesgo que se pueden controlar. La obesidad, el consumo de alcohol o nicotina y el sedentarismo son factores de riesgo para desarrollar problemas venosos.
Deporte para las venas
Para que las venas se mantengan en forma es importante el ejercicio regular. Las
debilidades venosas en las piernas pueden contrarrestarse con una gimnasia específica
para las venas. Con la contracción y relajación de los músculos de la pierna, la
sangre de las venas se ve impulsada hacia el corazón.
El ejercicio aeróbico, como caminar, la marcha nórdica, correr, montar en
bicicleta o nadar, también promueve la circulación natural de la sangre y ayuda a
prevenir las enfermedades venosas.
Consulta
con tu médico cuál es el ejercicio más adecuado para cada caso concreto
porque no están indicados todas las modalidades deportivas.
Fuentes:
Onmeda Internacional
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